Suma y sigue el tiempo de benevolencia,
suman y siguen hazañas conjuntas por no errar en el juego de volver a errar.
Aunque juego más que ella por el miedo.
Juego más por el intercambio de personjes que hicimos al trasapelarse los documentos en algún momento de nuestras vidas, cuando ella era menos responsable que yo.
Y hoy me cuesta recuperar el papel de hija para el que fui contratada a la hora de nacer.
Y cuando lo intento............ vuelvo a los años en que lo perdí.
Demasiado joven.
Mientras yo voy y vuelvo y no encuentro mi edad, ella me deja boquiabierta con más y mil novedades en su comportamiento nada habitual para mis recuerdos y eso me llega como un ramo de sonrisas cada día.
El tema de los médicos ya va mejor, bueno, solo un poco.
solo el bazo está enfadado con ella inchando sus mofletes y comiendose sus plaquetas cual gloton. (Que no es poco)
Por otro lado el neurólogo aún tiene que dar algunas noticias..¿?
Y ahí estoy yo.. triste, por un millón de cosas que nada tienen que ver con la mayoria de sus comportamientos y ella dandome animos.